Pero sin duda lo más inquietante era el atuendo que llevaban, este constaba de una túnica negra encerada, guantes, una máscara con lentes de vidrio y una especie de nariz cónica que recuerda al pico de las aves, esta tenía dicha forma para dar espacio y ser rellenada con sustancias aromáticas como menta y pétalos de rosa debido a que se creía erróneamente que la peste se transmitía por los malos olores. Un traje tétrico, frío y que solo recordaba el constante asedio de la muerte.