5 Extrañas Criaturas de la Mitología Nórdica

Muchos seres mitológicos de la antigua Escandinavia son tan importantes y extraordinarios como los dioses. Varios eran de aspecto terrorífico como Fenrir, un lobo gigante y Jörmundgander, la llamada «Serpiente del Mundo» (una serpiente gigantesca que rodeaba la tierra). Estas criaturas atacaban dioses o los ayudaban y fueron claves en eventos legendarios como el Ragnarök, el apocalipsis nórdico.

Jörmundgander

Jörmundgander

También es llamada la “Serpiente de Midgard” es una serpiente de un tamaño colosal, su padre es el dios Loki y su madre es la gigante Angrboda, se dice que esta serpiente es de sexo masculino.

Según ciertas visiones esta serpiente participaría en terribles catástrofes, es por ello que el dios Odín decide lanzarlo al mar que rodea Midgard.

Murió en una batalla contra Thor el día del Ragnarök.

Fenrir

Es una criatura caracterizada por ser un lobo de un tamaño monstruoso. Cuando Fenrir nació, solo era un cachorro como cualquier otro, pero creció hasta un punto el cual era incontrolable. Por su carácter agresivo los dioses intentaron encadenarlo, para mantenerlo bajo control.

Fenrir es hijo de Loki, padre de todos los lobos. También se dice que existe una profecía en la cual se ve a Fenrir en el Ragnarök, matando al dios Odín, explican que este fue el motivo por el cual los dioses deciden intentar aprisionarlo

El Helhest

Es un caballo del infierno, se encuentra en la parte más profunda, oscura y lúgubre de Niflheim o para ser más específicos, es el caballo de la diosa del infierno, Hela. Se dice que además de ser el corcel de esta diosa, también cabalgaba en la tierra anunciando la muerte.

Es una criatura que emana un olor a muerte y putrefacción.

Nidhogg

Es un dragón que habita en una de las tres raíces del Yggdrasil que da al mundo llamado Niflheim, donde se ocupa roer esta raíz hasta el día del Ragnarök.

La misión del Nidhogg es la de acabar con la vida en todos los nueve mundos, por esto se encuentra desgarrando las raíces del Yggdrasil, ya que este es el árbol de la vida y la creación de los nueve mundos.

Sleipnir

Sleipnir o Sleipner (del nórdico antiguo: «el resbaladizo»)​ es un caballo gris de ocho patas. Sleipnir pertenecía a Odín, y era hijo de Loki y Svaðilfari, se lo describe como el mejor de los caballos, y a veces es montado para llegar hasta el mismo Hel (Reino de la muerte). La Edda prosaica contiene gran cantidad de información sobre las circunstancias del nacimiento de Sleipnir, asimismo indica que era de color gris;  Capaz de ir velozmente de un extremo al otro del horizonte. Sleipnir simbolizaba los ocho vientos que soplan desde sus respectivos puntos cardinales, tenía runas grabadas en sus dientes.

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La mayoría de estas criaturas fueron maléficas y están entre las más extrañas y significativas de la mitología nórdica.