* Ocurrió entre los años 1135 y 1154, en Inglaterra, y más concretamente en el pueblo de Woolpit, situado en Suffok.
* Los habitantes de Woolpit quedaron sorprendidos cuando encontraron a dos pequeños hermanos desorientados dentro de un pozo.
* El hallazgo no habría pasado a la historia de no ser por una extraña particularidad que llamó la atención de los pobladores: el niño y la niña tenían la piel de color verde.

Según los relatos medievales, los niños aparecieron atrapados en el "pozo de lobos", algunos agricultores y otros habitantes de aquella localidad se sorprendieron al ver a dos niños pequeños desorientados. Lo más sorprendente es que su piel era de un color verde olivo.

* Eidioma en el que hablaban era desconocido, ya que no tenía semejanza con el inglés, alemán, español, francés o ningún tipo de lengua de la que se tuvieran registro hasta ese entonces. 

Su ropa era igual de extraña además de que se encontraban en un estado de desnutrición severo. Desconocían todo lo que los rodeaba y se negaban a probar los alimentos que les ofrecían a pesar de que sus rasgos eran muy humanos.



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Los habitantes llevaron a los niños al poblado y se les ofreció una gran variedad de alimentos pero estos seguían negándose a comer, hasta que les ofrecieron habas y frijoles, rápidamente los comieron. 

Cuando los niños lograron aprender el idioma local, explicaron que provenían de un lugar llamado San Martín, lleno de cavernas y paisajes subterráneos en donde el Sol nunca brilla y todos los habitantes tenían de igual forma la piel verde; los niños contaron que se encontraban cuidando el rebaño de su padre cuando llegaron a una cueva, escucharon un ruido muy fuerte y entraron a esta para vagar en la oscuridad por mucho tiempo hasta llegar a una luz muy brillante, quisieron regresar pero les fue imposible.

Por desgracia el niño enfermó y después de un tiempo murió, mientras que la niña sobrevivió y se adaptó bien a su nuevo entorno, incluso su piel fue cambiando poco a poco hasta tomar un tono pálido similar al de los pobladores de Woolpit. La niña fue bautizada con el nombre Agnes.

La historia fue documentada en dos obras escritas en latín que cuentan con los testimonios de los pobladores: Historia rerum Anglicarum (Historia de Inglaterra, del año 1189), de William de Newburgh, y Chronicon Anglicanum (Crónicas de Inglaterra, de 1220), de Ralph de Coggeshall.

La historia de los niños verdes fue narrada en dos obras. Este es uno de los originales que se conservan de Historia rerum Anglicarum de William de Newburgh, escrito en 1189

El libro de Newburgh, un clérigo e historiador inglés que vivió en el siglo XII, es una de las principales fuentes de la historia medieval y abarca los reinados de Guillermo el Conquistador hasta el de Ricardo Corazón de León (desde 1066 hasta 1198). En esta obra de cinco volúmenes, está documentado lo que ocurrió con los niños de Woolpit.

Newburgh describió de los sucesos acontecidos basándose en los testimonios de quienes descubrieron a los dos pequeños en un pozo "de lobo" (agujeros que se hacían para que estos animales no se comieran al ganado).

"pozo de lobo" ("wolf pit" )

El historiador aclaró que, para él, el extraño episodio de la época del rey Esteban había sucedido en realidad. "Me tengo que rendir ante el peso de tantos testigos y de tal calidad", manifestó.

El monje Ralph de Coggeshall, por su parte, informó en Crónicas de Inglaterra que los niños fueron llevados a la casa de Richard de Caine, uno de los vecinos del pueblo, donde Agnes trabajó durante muchos años como sirvienta.

Chronicum Anglicanum de Ralph de Coggeshall fue escrito en 1220 y recoge testimonios de las personas que presenciaron la aparición de los hermanos

Coggeshall reunió en orden cronológico las historias que recopiló de los testigos. Los especialistas que estudiaron su obra coincidieron en que las correcciones y tachaduras que hizo el autor muestran que se esmeró en verificar los datos.

Ambos historiadores coincidieron en que la niña pudo sobrevivir y hablar sobre su pasado. Según señalan los textos, Agnes y su hermano habían estado pastoreando el ganado de su padre cuando oyeron un ruido fuerte y se encontraron de repente en el hoyo de lobo donde fueron encontrados. De acuerdo a los narradores, el ruido que siguieron serían las estridentes campanas de la abadía de Bury St. Edmunds, ubicada a 15 kilómetros de Woolpit.



En cuanto al color de los niños, algunos médicos sugirieron que podrían haber padecido clorosis, antiguamente llamada "enfermedad verde", una rara afección causada por la anemia y que se caracteriza por un tinte verdoso en la piel. Sin embargo, otros especialistas afirmaron que la clorosis nunca llega a tornar de color verde la piel, sino que se trata de pigmentaciones menores.

Las ruinas de la abadía de Bury St. Edmunds. Según los historiadores, los niños habrían seguido el ruido de las campanas hasta llegar al pueblo

Respecto al idioma desconocido, algunos historiadores insinuaron que podría tratarse del flamenco, una variedad regional del idioma neerlandés que se hablaba en el norte de Bélgica y en el sur de los Países Bajos. Pero esta explicación es poco probable ya que, en el siglo XII, existían importantes rutas marítimas que unían a Gran Bretaña con el continente, por lo que a través del pueblo de Woolpit pasaban personas que hablaban ese dialecto y los aldeanos podrían haberlo reconocido.

A pesar de todas las investigaciones que se han hecho a través de los siglos en torno a este inexplicable caso, hasta el momento no hay evidencias científicas que demuestren la veracidad o que desmientan esta historia fascinante que se convirtió en "La leyenda de los niños verdes de Woolpit".

Lo que se aporta a quienes leen este sitio, es una interpretación de ciertas fuentes. La interpretación propia de dichas fuentes. Y pueden estar equivocadas. Más aún, divulgamos para aprender, y aprendemos más cuando nos equivocamos y nos corrigen.

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