Antes de ser a tacado en los comentarios de FB por las personas con sus crisis de anciedad; les quiero informar que contrariamente a lo que dicta la creencia popular, el Necronomicón no existe, siendo únicamente una invención de Lovecraft para dar coherencia interna a sus historias. Dicho esto disfrute la lectura:
Los libros han sido durante siglos una de las mejores formas de comunicación, para transmitir información de generación en generación, pero también para anotar algo que no se quiere olvidar o que quiere ser ocultado para ser compartido por unos pocos.
No hace falta que un libro tenga muchos siglos de antigüedad para que tenga valor o pueda despertar el interés de personas de todo el mundo como es el Necronomicón, conocido también como el Libro de los Nombres Muertos o directamente el Libro de los Muertos.
Según Lovecraft, el nombre "Necronomicón" vendría de las palabras griegas νεκρος (muerto), νόμος (ley, norma) y εἰκών (símbolo, imagen) y significaría "imagen de la ley de los muertos". Sin embargo, algunos estudiosos de la lengua griega defienden que la terminación -icon de la palabra no viene de εἰκών sino que es un sufijo griego que se traduciría como "lo relativo a...", de manera que la traducción completa de la palabra quedaría como "lo relativo a la ley de los muertos". No hay un mutuo acuerdo para determinar cuál de las dos traducciones es la más acertada, pero ambas podrían ser posibles.
La historia popular del Necronomicón
De todos los libros mágicos del mundo, pocos son tan famosos (o infames) como el Necronomicón, el libro de la ley de los muertos. Se trata de una recopilación de conjuros y rituales antiguos que según el mito traen la locura o la muerte a la persona que trata de ponerlos en práctica.
El Necronomicón fue escrito por el árabe loco Abdul Alhazred poco antes de su misteriosa muerte, acaecida en el año 738 d.C. Los manuscritos originales fueron pasados a limpio y publicados bajo el título de Kitab Al-Azif (que significa "el rumor de los insectos por la noche", sonido que en el folclore arábigo se atribuye a demonios y malos espíritus), y en ellos se incluían conjuros y revelaciones que supuestamente Alhazred había recibido durante su exilio en el desierto de manos de unos misteriosos seres de otro mundo.
Sobre el año 950, el Kitab Al-Azif fue traducido al griego por Theodorus Philetas y fue entonces cuando al libro se le dio por primera vez el título "Necronomicón". Pronto el libro fue prohibido pero, en 1228, Olaus Wormius encontró una edición del libro escrita en latín. Finalmente, tanto la edición griega como la latina fueron prohibidas por el Papa Gregorio IX y todos los ejemplares que se requisaron fueron quemados.
La versión inglesa fue escrita por el místico John Dee en 1600, pero esta no vio la luz hasta después de su muerte, cuando fue publicada por Meric Casaubon en 1651.
Parece ser que existe una edición española del Necronomicón conocida como "Alacife" y publicada en torno al año 1300 en León. Esta versión, escrita en castellano antiguo, es de autoría anónima y al parecer fue traducida a partir de unos manuscritos requisados al rey moro Abderramán I.
Sello del Necronomicón
El Necronomicón se divide en cuatro partes bien diferenciadas: la primera consta de 42 capítulos y "cuenta las grandezas de los Primigenios y sus legiones y narra el esplendor de los Dioses"; la segunda parte, de 19 capítulos "habla sobre lo acontecido en el año de la muerte y describe al temido Nyarlathotep"; la tercera, dividida en 36 capítulos, "narra acerca de la magia, de sus rituales, y secretos"; por último, la cuarta parte, que no está dividida en capítulos, "describe lo escrito en el Libro del Destino, que anuncia lo que sucederá en la sagrada Orden".
Hoy en día apenas quedan algunos ejemplares originales del Necronomicón y se guardan en diferentes puntos del mundo como la Universidad de Buenos Aires, la Universidad de Miskatonic de Arkham, el Museo Británico, el Archivo General de Simancas en Valladolid o la Biblioteca Nacional de París entre otros.
El Libro está considerado como un ejemplar muy codiciado y por el que algún coleccionista podría pagar una elevada cifra de dinero en caso de encontrar alguna primera edición. El Necronomicón siempre ha generado muchas sensaciones y despertado un interés innato entre todos los humanos a pesar de que es ficticio.
Encontrar una copia del Necronomicón es fácil. Solo tienes que acercarte a tu librería favorita o buscar en Internet. Lo que ya no te puedo garantizar es que sea el auténtico, ni que los rituales que describe vayan a ayudarte a resolver tu vida. Sino que simplemente no hay algo más que pasar un rato escalofriante jugando a la magia negra con tus amigos. Recuerda que todo es sugestión y la segestión combinada con algo de fe; hacen que la magia suceda.
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