El arte de representar el agua en el mármol corriendo sobre los dedos del pie de la Ninfa, escultura ejecutada por el artista italiano Giovanni Battista Lombardi (1823-1880).

Nacido en Brescia, Italia, comenzó su aprendizaje en la cantera de mármol de su padre. Para 1851 se había mudado a Roma para estudiar con el escultor Pietro Tenerani (1789-1869) y luego trabajar en el estudio de Tenerani en monumentos, bustos y relieves de inspiración religiosa y clásica. Pronto estableció un estudio productivo propio, creando estatuas sentimentales, románticas y bustos para la burguesía italiana.

La presencia del mármol se encuentra en toda la historia y cultura del hombre. Figura y reproduce fuerza, belleza y elegancia. El uso de mármol blanco y la manera en que Lombardi lo moldeaba tan delicadamente, logra captar hasta los detalles más sutiles de la figura humana, lo que brinda a sus obras su conocido aspecto angelical.


En sus temas bíblicos, Lombardi combina sutilmente el clasicismo con el naturalismo y la reserva con el encanto.

La dama con velo de Lombardi sigue la tradición del retrato velado del siglo XVIII, popularizada por Raffaello Monti (1818-1881), quien talló en mármol una imaginaria joven novia virgen con una expresión lamentable, un velo que representa tanto la gracia como la juventud y el desvanecimiento de la belleza durante el curso de la vida. Solo los escultores de mármol más hábiles podían dominar este estilo, lo que le permitía al artista demostrar su habilidad para tallar delicadamente el mármol.

Vale la pena destacar a un artista poco conocido y uno de los escultores más impresionantes de toda la historia. Un minucioso tallado manual, paciencia y enorme conocimiento técnico.

Lo que se aporta a quienes leen este sitio, es una interpretación de ciertas fuentes. La interpretación propia de dichas fuentes. Y pueden estar equivocadas. Más aún, divulgamos para aprender, y aprendemos más cuando nos equivocamos y nos corrigen.

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