Aunque es un árbol de apariencia agradable y de hojas suaves, está cubierto de apéndices en forma de aguja llamados tricomas que miden alrededor de cinco milímetros de largo que parecen pelos finos, pero en realidad actúan como agujas hipodérmicas que inyectan toxinas cuando entran en contacto con la piel.

Un afectado relató:

“Durante dos o tres días el dolor fue casi insoportable; no podía trabajar ni dormir… Recuerdo que sentía como si hubiera manos gigantes tratando de aplastarme el pecho… entonces el dolor fue bastante fuerte por otros quince días más. El aguijón persistió durante dos años y se repitió cada vez que tenía una ducha fría… No hay nada que rivalice con él; es diez veces peor que cualquier otra cosa.”

Tan solo rozando las hojas del Gympie Gympie puede producir un dolor intenso que va aumentando con el paso de las horas y que puede durar días o semanas.

Fuente: Instituto de Biociencia Molecular de la Universidad de Queensland

Referencia: Neurotoxic peptides from the venom of the giant Australian stinging tree’. Irina Vetter, Thomas Durek,. Science Advances

Lo que se aporta a quienes leen este sitio, es una interpretación de ciertas fuentes. La interpretación propia de dichas fuentes. Y pueden estar equivocadas. Más aún, divulgamos para aprender, y aprendemos más cuando nos equivocamos y nos corrigen.

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