* Según esta teoría, esta podría ser la causante de un calentamiento global que azotó la Tierra hace 56 millones de años.

Viktor Morozov, un pescador de la localidad de LabinskRusia halló en las cercanías de un lago donde llevaba a cabo sus actividades de pesca; una piedra que llamó poderosamente su atención por un curioso detalle: tenía una especie de microchip incrustado en ella.



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Después de múltiples estudios llevados a cabo por el laboratorio del Instituto Politécnico de Novocherkassk, región de Rostov, con el apoyo de la Cátedra de Geología, se observó que la piedra databa de hace 250 millones años.

"Sorprendidos por su hallazgo, el grupo de investigadores comenzó a especular si el objeto era una prueba de la existencia en la Tierra de una civilización tan avanzada tecnológicamente o más que la actual. Sin embargo, al final el supuesto microchip resultó ser tan solo un fascinante fósil de 400 millones de años".

La gran mayoría de las civilizaciones más importantes que han dominado el mundo –hindú, egipcia, griega, mesopotámicas, mesoamericanas– han hablado en sus cosmogonías sobre grupos humanos más antiguos que ellas mismas.

La idea de contar con una civilización perdida, muy anterior a la que actualmente domina el mundo, ha parecido fascinante a ojos de teóricos de la conspiración, científicos e incluso autores de fantasía como H.P Lovecraft, el cual desarrolló toda una cosmogonía al respecto donde criaturas venidas a este planeta desde el espacio exterior construyeron asentamientos perdidos y misteriosos.



          

          

Pese a no contar con una evidencia real de la existencia de alguna civilización anterior a la nuestra que fuera tecnológicamente desarrollada, hay científicos que no cesan en su intento por demostrar lo contrario.

Hace 56 millones de años hubo un calentamiento global, similar al que se está llevando a cabo en estos momentos en el planeta, al que los científicos conocen con el nombre de Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno. Actualmente, son las causas artificiales (una excesiva emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero por la actividad industrial) las principales responsables del aumento en la temperatura del planeta en los océanos y la atmósfera.

Si ha sido el ser humano el responsable del aumento en estos índices que están provocando devastaciones en el planeta, entonces ¿cabría pensar en la posibilidad de que ese antiguo fenómeno haya sido provocado por una civilización anterior a la nuestra, incluso de origen no-humano? Para Adam Frank, profesor de la Universidad de Rochester, quien hizo esta investigación junto al científico de la NASA Gavin Schmidt, la posibilidad es latente.



          

          

Para Frank, los actuales combustibles fósiles de los cuales se extraen materiales como el carbón, el petróleo o el gas natural, podrían ser una especie de herencia de civilizaciones del pasado que se está reutilizando en la actualidad. «Nuestro trabajo también abrió la posibilidad especulativa de que algunos planetas podrían tener ciclos impulsados por combustibles fósiles que marquen el inicio y el colapso de una civilización», sostiene este académico.

Aunque el calentamiento global y los cambios en el planeta han sido una constante en toda su historia y los seguirán siendo esté presente o no el hombre, la teoría se antoja por lo menos lógica, más no del todo plausible.

Adam Frank sostiene en un texto publicado por el periódico The New York Times:

«La última era del hielo terminó hace aproximadamente diez mil años y el planeta entró en un largo periodo de estabilidad mayoritariamente cálido y húmedo. Los científicos llaman a esta época geológica el Holoceno. La historia completa de nuestra civilización ocurre dentro de esta etapa. Todas nuestras revoluciones en la agricultura, la construcción de ciudades y la industria han sucedido durante el Holoceno. Pero este periodo está terminando ahora y nosotros lo hemos provocado. El impacto humano, en particular el cambio climático, está alterando el funcionamiento del planeta».



          

Pensar en que una civilización altamente desarrollada haya sido la responsable de un calentamiento global en el pasado nos obliga a plantearnos la pregunta acerca del por qué no se han descubierto objetos o rastros de ella en el presente, como pueden ser edificios, tecnología o manifestaciones artísticas.

Quizá años de catástrofes y otros fenómenos destructivos hayan borrado todo rastro de antiguos asentamientos… o tal vez es que nunca hayan existido y seamos los seres humanos actuales los únicos que aceleraron el calentamiento global gracias a nuestras malas decisiones con el planeta. 

Actualmente, vivimos en una era geológica conocida como Antropoceno, en la que los restos contaminantes en los mares, el aire y la superficie terrestre podrían ser una herencia de nuestro paso sobre la Tierra; rastros geológicos similares a los que los humanos hemos dejado en el planeta serían la prueba definitiva de que una civilización similar a esta dominó en el pasado y causaría estragos en el ambiente.

De ser cierta la hipótesis que Adam Frank y Gavin Schmidt plantean que estaríamos ante una de las historias más fascinantes de cuantas que se han descubierto en nuestro planeta.

La presencia de una civilización terrestre o extraterrestre que hubiera alcanzado los niveles tecnológicos que hoy se conocen, causaría un revuelo de algo que ahora mismo se antoja totalmente como algo sacado de un relato fantástico.

 



          

Las civilizaciones que desaparecieron misteriosamente es uno de los enigmas más grandes a los que la historia se ha enfrentado.

Afirmar que hemos sido los únicos en el planeta y en el Universo podría parecer una solución lógica dada la falta de evidencias que demuestren lo contrario, pero siempre quedará una brecha abierta para pensar que hay una respuesta que supere todas nuestras certezas.

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