El cráter tiene una profundidad de 9.1 m y ha sido rellenado con los desechos y escombros radiactivos recogidos en las islas. Posteriormente, ha sido emplazado bajo una capa de cemento Portland para conformar una cúpula, actualmente visible como una semiesfera blanca entre el verde de la vegetación y el azul añil del mar.
En 1982, un grupo de trabajo de los Estados Unidos expresó su preocupación por un posible accidente si un tifón grave sacudía la isla. En 2013, el Departamento de Energía de los Estados Unidos descubrió que la cúpula de hormigón mostraba en la estructura hendiduras menores.