Comprobarás también que nunca fuiste un ser continuo. Siempre fuiste instantes de consciencia, y este último acto en la tierra te lo muestra de manera severa y cruel.
¿Dónde está tu existencia de niño, tus estudios, los éxitos y fracasos, tus amores y desengaños? Solo son trazos nebulosos de los cuales incluso dudas que hayan ocurrido así... Te son tan ajenos como ese supuesto mundo fuera de este dormitorio...
Sólo eres este instante y esta habitación mortuoria.
Si hubieses tenido tiempo antes para percibir esta constatación, hubieses cosechado logros que ni imaginas…
Pero ya es tarde…
Otra vez, como tantas veces... la noche llegó…