Científicos descubren el secreto de las dentaduras perfectas de los romanos

La higiene dental moderna hubiese sido totalmente innecesaria para los antiguos romanos que vivían en Pompeya. Así lo certifican los hallazgos arqueológicos que demuestran que tenían una excelente salud dental.

Una imagen escaneada de un pompeyano que muestra una dentadura perfecta.

Científicos de la Superintendencia Arqueológica de Pompeya utilizaron escáneres para examinar a 30 habitantes de esa ciudad cuyos cuerpos quedaron preservados por la ceniza endurecida después de la erupción del volcán Vesubio en el año 79 d.C... El grupo, liderado por el radiólogo Giovanni Babino, concluyó que los antiguos romanos tenían "dientes perfectos" y "ninguna necesidad inmediata de dentistas".

A los 30 cuerpos fallecidos en el año 79, se los sometió a tomografías axiales computarizadas (TAC) sobre los moldes de yeso que aprisionan los restos.

Momento en que se introduce uno de los cuerpos petrificados en el TAC.

Aunque nunca utilizaron cepillos ni pastas de dientes, la principal razón para mantener una dentadura tan saludable era su dieta baja en azúcar.

Massimo Osanna, superintendente de Bienes Culturales de Pompeya, Patrimonio de la Humanidad, explicó que la dieta era "balanceada y saludable, similar a la que hoy conocemos como dieta mediterránea".

"Comían mucha frutas y vegetales, pero muy poca azúcar", explicó la ortodontista Elisa Vanacore, que supervisó el análisis de los dientes. "Comían mejor que nosotros y por eso mantuvieron dentaduras perfectas".

La dieta de los habitantes de Pompeya era escasa en azúcar. Obsérvese la dentadura que no necesita de  ningún dentista.

Por ejemplo: se sabe que en la dieta de los pompeyanos, junto a los más económicos cereales, frutas, nueces, aceitunas, lentejas, pescado local y huevos, se han encontrado también otros productos más caros, como carne y pescado salado procedente de Iberia (España). Igualmente han aparecido huellas de alimentos muy exóticos, como erizos y mariscos -que en esa época eran importados del extranjero-, flamencos y restos de jirafa.

Se calcula que la ciudad de Pompeya tenía unos 20.000 o 25.000 habitantes que en su mayoría murieron por la erupción del volcán, junto con los 5.000 habitantes de Herculano, Estabia y Oplontis, todas poblaciones ubicadas en la región de Campania, en el sur de Italia.

Esqueletos de Pompeya demuestran que tenían dientes perfectos.

Bajo una capa de ceniza se encontraron intactos muchos de los edificios, artefactos y cuerpos, que ahora forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco. El volcán ha estado inactivo desde 1944, siendo el periodo actual de calma, el más largo de los últimos 500 años.

En definitiva, ahora sabemos con seguridad que los pompeyanos se alimentaban muy bien, mucho mejor que en la actualidad y que tenían dientes que hoy les hubieran permitido hasta hacer una publicidad televisiva.

Otra dentadura de un habitante de Pompeya, su dieta consistía en muchas frutas y verduras.

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